jueves, 3 de febrero de 2011

4. Pedaleando por la isla Sur hasta mi nueva casa, Christchurch

La cosa no pinta bien. La lluvia cae con ganas y está acompañada de fuertes vientos.
Una de las características de Nueva Zelanda es que en un mismo día puedes tener las cuatro estaciones, pero las de primavera y verano llevan 10 días sin aparecer.
Y otra es la cantidad de animales muertos que yacen en la carretera.


El mismo día en que por la mañana era rescatado por Tim del ciclón de Nelson, por la tarde lucía el sol y por la noche las estrellas... Asisto, en la Golden Bay al eclipse lunar el mismo día del solsticio de verano

En la isla Sur el tráfico es mucho más relajado y se nota que la isla está casi despoblada. Estoy en navidades y se respira un ambiente de vacaciones. No en vano entre los kiwis es un popular destino vacacional. Luchando, como siempre, contra el viento me dirijo al norte, a un lugar muy especial para mí...
 ...a una playa que había visto hace años en una foto y que no sabía realmente ni cómo se llamaba ni dónde estaba . La foto era del gran Antxeta y me prometí que un día la vería en persona...Una tarde, de casualidad, vi la playa en un folleto turístico, así que la metí en la ruta y decidí...

... pasar en ella completamente solo la noche de navidad...

... porque siempre es mejor ver y oir al mar estrellarse contra las rocas que aguantar los anuncios de colonias y ropa interior...

Por las condiciones, aislamiento y por el trabajo de campo, los habitantes de la isla Sur tienen fama de ser gente dura y curtida, auténticos cowboys...


... con buen corazón


Paisajísticamente hablando la isla Sur también es más salvaje. El hecho de que haya poca gente y que haya largas distancias sin poblaciones acentúa esa sensación 
 Pedaleo por el bonito y soleado Lewis Pass,

un paso que me llevará al lugar más seco y caluroso de la isla Sur, ya cerca de Christchurch, donde ni siquiera las ovejas aguantan el envite del astro rey. 

El último día de 2010 llego a la principal ciudad del sur, a la ciudad del arte gótico, parques, jardines, bicicarriles, chinos e iglesias,

a la ciudad donde parece que el sol ha devuelto la vida...

... y el subsuelo la destrucción.

En Christchurch pasaré más tiempo del que había planeado y se convertirá en la base de operaciones para viajar por el resto de la isla. Me tomaré unos días de descanso antes de que llegue Eve, con quien pienso compartir el resto del pastel...

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