9. BYE BYE NEW ZEALAND

Dejo el país del viento cuando me lo pide el cuerpo, que es como me gusta.

Reconozco que entré entusiasmado a un país que lo asociaba con lo que es, un país limpio, ordenado, con grandes espacios abiertos, con supermercados llenos de nuevos productos…

Estaba casi convencido que entraba a uno de los países más bonitos del mundo, que el país iba a ser como en la película del “Señor de los anillos”…Y la verdad es que probablemente será uno de los países más bonitos del mundo pero… no es para tanto, de verdad...
He disfrutado y sufrido a la vez en la bicicleta y he vuelto a sentirme en plena libertad ciclando sin ser “aclamado” y acampando cada noche sin más compañía que mosquitos, nubes, estrellas o todos al mismo tiempo...

Hay muy buena gente en Nueva Zelanda, excelente gente. He tenido la enorme suerte de convivir con ellos y he comprobado que en general son alegres y tienen un sentido del humor ácido que me atrae. Pero es un país al estilo anglosajón, es decir, con muchos parques y jardines impolutos pero con poca vida en la calle, en definitiva, un país aburrido y "muerto"...

A nivel personal volveré a dejar otro país con la sonrisa en la boca. Dejo muy buenos recuerdos y un viaje inolvidable con Eve. Un viaje que será solo el aperitivo de lo que vendrá después.

Como el presupuesto del pelotón anda ajustado hemos tenido que contratar al cámara de CYCLOTHERAPY, que se quedó sin trabajo después de la disolución. Se trajo una cámara de mala calidad y un software limitadísimo pero ha querido colgar unas imágenes para compartirlas contigo.

Bye bye New Zealand...

Siento que el cuerpo me suplica sol sin viento. Por eso estoy contento de volar a un país que me lo va a conceder sin mucho esfuerzo. En el escribiré uno de los capítulos más largos del viaje porque si todo va bien pasaré una buena temporada en el país del sol, de las distancias infinitas, los aborígenes y los animales venenosos.

Vamos a Australia?