Comer es un placer, aunque a veces pueda convertirse en una tortura. Lo bueno de viajar por diferentes regiones y culturas es que le das una oportunidad a tu estómago para que viaje también.
En esta sección te traslado MI experiencia y hablo exclusivamente de la comida del día a día, la de la carretera, la de la gente normal y corriente.La alimentación en un viaje de este tipo, con presupuesto de guerra, es austera y poco lujosa. Pero yendo en bicicleta es demasiado importante como para pasarla por alto.
Comida exquisita y buenos restaurantes hay en todas partes pero esos templos culinarios no están a mi alcance. Si buscas este tipo de comida quizás no deberías seguir leyendo. Que aproveche. On egin


Y nunca olvidaré el desayuno de despedida que me ofrecieron en Tasman, en la "casa japonesa" de la famila de Joanna. Impresionante pancake con nata, chocolate, fresas, plátano, albaricoque, necatrina... me dio fuerzas para subir el puerto de Takaka sin problemas...